miércoles, 2 de diciembre de 2015

Estamos sentados en el malecón de Chorrillos. Contemplando el mar, la bahía de Lima. Maravillados. Es una tarde de invierno pero hay sol en la ciudad. Yo tengo puesto un vestido de verano, sin mangas, tú acaricias mis brazos, mis hombros. La vida debería poder contenerse en este instante.
Pero no. Caminamos hacia Barranco y el instante de felicidad se esfumó. Lloro, insistes, reclamo, te desesperas, me niego. Ojalá la vida fuera más que este instante.

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