domingo, 27 de septiembre de 2009





s-e-n-t-i-r-s-e a-t-r-a-p-a-d-a






u-r-g-e-:- d-i-b-u-j-a-r p-u-e-r-t-i-t-a-s
m-o-r-a-d-a-s
e-n l-a-s p-a-r-e-d-e-s
y e-s-c-a-p-a-r

sábado, 19 de septiembre de 2009

Pensando en la ¿añorada? maternidad

octubre 1985. mamá y yo en los jardines de la PUCP

En los últimos tiempos he estado pensando mucho en la maternidad. Quizá sea sobretodo por la difícil convivencia con Gabo en los últimos meses. Por todo el sufrimiento que esta me causa, por las conversaciones con mamá. También por las películas que hemos estado viendo.

Incluso a pesar del feminismo, siempre he pensado que el llegar a ser madre sería uno de los momentos más importantes de mi vida. Nunca he imaginado mi vida sin verme a mí misma como madre. Y quizá esto se hizo mucho más fuerte cuando, a los 11 años, nació Gabo. Y desde ahí, yo he disfrutado de jugar a ser su "mamá bamba" como él dice. De hecho, Gabo no me ve tanto como su hermana sino como algo intermedio entre Laura y mamá.

La posición de madre no he buscado ocuparla solo con Gabo sino también en varias de mis relaciones, sobre todo con hombres. Y me pregunto ahora si es una posición que produce relaciones más fructíferas o si más bien todo lo contrario. ¿Por qué esa tentación de ocupar esa posición que es al mismo tiempo de entrega y sacrificio como de chantaje y deseo de control? Y, por supuesto, esto no solo dice mucho de mí sino también de los otros que aceptan mi posición y por ende la que les toca a ellos.

En nuestro grupo de cine de familia nos preguntábamos cómo es que se producen estas mamás que terminan devorando a sus hijos. Desde el psicoanálisis, es el padre quien, al convocar el deseo de la madre, rompe el idilio entre ella y su hijo, prohibe el incesto e introduce al niño al mundo simbólico. Pero quizá sobre todo las madres necesiten ser convocadas por el deseo desde otras dimensiones de sus vidas. Las madres necesitar ser mucho más que madres. ¿Y acaso es posible desempeñar múltiples roles y hacerlos todos bien como se nos exige cada vez más? ¿Acaso ninguno de esos roles (la maternidad) se nos mostrará como más importante que los otros?

¿Cómo no dejarse atrapar por la tentación de esa relación de dependencia perfecta entre la madre y su hijo? ¿Cómo no entregarse por completo a esa relación de amor que aparece como puro e incondicional? Ahora pienso, aterrada, que si algún día soy madre es muy probable que termine siendo una mamá cocodrilo. Es así que últimamente ando deconstruyendo mi certeza sobre mi deseo de ser madre...


gabo y yo hace ¿8 años?