domingo, 31 de agosto de 2008

miércoles, 27 de agosto de 2008

Feria!!!


¡Caracol está de feria este fin de semana !

domingo, 24 de agosto de 2008

Tilsa (conversando). José Watanabe

Canto de Guerra Santa (1972). Tilsa


UNO


Se sienta en el piso de la galería desierta,
se abraza las rodillas, contempla
cada uno de sus lienzos (meses
de pinceladas menudas vueltas a cubrir
por otras pinceladas menudas),
me pregunta ansiosa y aterrada: ¿y ahora
que voy a pintar?
No estaba vacía,
sólo se había cerrado por un momento
la región donde la realidad oscila
entre lo arcaico y la utopía, entre
el pasado remoto y el futuro deseado.
En los lienzos estaban los personajes
no conocidos, pero tampoco desconocidos.
No le dije:
Hay cosas conocidas y cosas desconocidas,
en medio
se encuentran The Doors (Jim Morrison)
Ella dijo: no soy onírica. ¿Has ido
a las Lomas de Lachay en invierno? Las rocas
y los árboles, entre la neblina, parecen salir
de tu cabeza dormida, pero puedes golpearte
contra una piedra y sangrar de verdad, puedes
trepar a los árboles
y abrazar con las piernas
las ramas desnudas,
y nada es de sueño.
Tampoco soy arbitraria
ni caprichosa ni odiosamente intelectual:
no soy surrealista entonces. Me desvelo
por pintar la realidad que uno puede alcanzar.
La realidad es lo que uno puede alcanzar
o imaginar.
Vámonos, ya se acabaron las filiaciones,
vámonos
que el guardián está impaciente por cerrar.




DOS


Riega helechos
en el pequeño patio soleado, con cielo
de una esfera más optimista. De pronto dice:
¿por qué asocian sordidez con inteligencia?
He visto estudiantes de arte
dibujando carne sin pellejo, carne
viva, a lo Bacon, y creyendo
que van a entregar
la gran revelación:
nuestro centro es así, revulsivo - dicen.
Debe ser la inocencia
o el mal perfume que han dejado los viejos.
Ninguna esperanza de artista debe ser fácil.
Yo prefiero el arte
que escamotea el dolor.
Nunca lo olvides -dijo Kobayashi Issapaseamos
encima del infierno
contemplando las flores.
Hay que pintar con dura alegría las flores
y todo lo que esté encima de ellas.
Helechos, sólo riega helechos porque
dice que son
de la edad primaria de la tierra.




TRES


Entré en el cobertizo
buscando herramientas: el agua había rebasado
la acequia de los manzanos.
En la luz moteada vi viejas imitaciones de Miró
en cartones, estudios
como secretos abandonados
que algunas gallinas ensuciaban.
Sí, Miró estaba en mis figuras del ’68:
personajes planos como láminas
en fondos profundos y espaciales.
Un día empezaron a pedirle carne,
volumen, redondeces. Esa fue la exigencia
que oía, el ruego:
encárnanos hasta la voluptuosidad.
Nunca cesaron de pedirme cuerpo
para la alegría
y, muchas veces, para la solar y limpia
lujuria.
La lujuria de la gente, de mis vecinos,
es como la de los monos, te digo:
muy chirriante.
Debería ser así (y señala a sus amantes
de cuerpo pleno, Tristán e Isolda) así,
como ellos, casi dioses.
Ellos no son felices en la exaltación
sino en lo ceremonial, en el goce
despacioso
e interminable.




CUATRO


Desde el balcón de su casa
contempla una venta: pescados
en canastones de carrizo.
Si miras un pez
ya es un pez subjetivo, ya es de tu alma
donde muta rápidamente:
se hace rojo, adquiere forma
sospechosa
y al final en mi lienzo es
cabalgadura
del deseo.
He visto todo
y todo está allí, en mis amados personajes
y bestezuelas.
Desde el balcón ningún pescadito
era lúbrico, dice riéndose
mientras el pescado objetivo
se dora en la sartén.

jueves, 14 de agosto de 2008

jeudi

malgré le soleil du matin, aujourd´hui je me suis levée très fatiguée. je suis allée à nager quand même, et maintenant je ne voudrais plus que dormir...

sábado, 9 de agosto de 2008

la muerte y la vida

Una cosa muy interesante de las entrevistas en la resi es escuchar los testimonios de personas muy mayores. Personas que a sus más de 80 años no hacen mucho más que esperar la muerte. Lo curioso de todos ellos es que ninguno muestra miedo, más bien la esperan tranquilos, sabiendo que no hay más remedio. Esto tiene que ver también, asumo, con que se sienten satisfechos con lo vivido. ¿Podré sentirme así alguna vez?
*

Si de niña le tenía terror a la muerte, creo que ahora puedo decir que le tengo más miedo a la vida. De hecho, no he perdido el miedo a la muerte, pero la vida ahora me causa muchos más conflictos. A lo que le tengo miedo es a la incertidumbre. A no saber qué será de mi vida de acá a seis meses o a un año. Y quizá más, a no tener ni siquiera definido lo que quiero.
*
A pesar de que pienso que es fascinante vivir cada día e ir descubriendo cosas en el camino; por las noches, echada en la soledad de mi cama, siento ese vacío de no saber qué habrá después. Quizá a mis 23 años no deba atormentarme tanto con esto. Pero en realidad creo que necesito muchas más certezas. Y no tenerlas me angustia, me angustia tanto...

martes, 5 de agosto de 2008


Tilsa Tsuchiya Castillo (Supe, 1929-1984)

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Su padre, Yoshigoro Tsuchiya, inmigró al Perú en 1910 y se estableció al norte de Lima para dedicarse como médico a ayudar a sus compatriotas japoneses. Allí conoció a la que sería madre de Tilsa, María Luisa Castillo, cuyo padre era chino y su madre andina. Al mudarse la familia al Barrio Chino de Lima, ubicado en el Mercado Central, Tilsa crecería entre comerciantes, templos, dragones y sociedades chinas. También permanecerían muy cerca de la comunidad japonesa.
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Tilsa tomó conciencia de su identidad peruana al ingresar a la escuela y afianzó esta identidad en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Más tarde, en los años 60, viajaría a Europa donde conseguiría sobrevivir pintando disfrazada de vietnamita. Regresó al Perú con un hijo y un enorme talento para plasmar toda la simbología que habitaba en su interior. Es de resaltar que la mayoría de sus obras contienen elementos andinos como peces antidiluvianos, apus (montañas-dioses) o mitos locales (el mito de la laguna), y el empleo de colores muy vivos y la técnica de las veladuras refieren, quizás, una influencia de su cosmogonía asiática. Murió a la edad de 55 años víctima de un cáncer. Hoy sus obras son muy apreciadas y es considerada la más importante pintora del país.

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Extraído de:

Artistas Nikkei de Perú: ¿Movimiento cultural o coincidencia étnica? Por Doris Moromisato