sábado, 13 de diciembre de 2008

La hermosa luna de estas últimas dos noches contrasta con las casas de mi barrio llenas de luces. Al alcalde se le ocurrió hacer un concurso de la casa mejor decorada, y todos se han afanado. Menos nosotros, claro. Diciembre siempre me deprime un poco más de lo normal: la navidad, el fin de año, las luces por todos lados, los villancicos, el tráfico insoportable...
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Yo solo quisiera estar en la playa...